Haciendo orden, encontré una hoja de un periódico japones, que trajo un turista mientras yo trabajaba en " La ultima cena de Leonarco Da Vinci ".
Salgo trabajando sobre el andamio.
Me hizo mucha ilusión cuando un guardián del refectorio de Santa María delle Grazie, me dio la hoja.
Fue un periodo un poco oscuro, no vi otro color que no fuera el negro durante seis meses. Era invierno, anochecia a las 4 de la tarde y además era época de nieblas en la llanura padana.
El resto, vuestra imaginación.
Si es que cuando digo que eres una artista es por que lo eres, sólo personas muy cualificadas son las encargadas de poder trabajar en obras de la magnitud de la "La última cena" , impresionante! menuda experiencia!
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